Estaban un padre y su pequeño hijo caminando juntos cuando el niño pregunta: ¿ cuál será la forma más rápida de llegar al éxito ?, entonces el padre lo mira fijamente y le responde: "hijo, la vida es una naranja". El niño quedó pensativo y ya no habló más el tema, sin embargo la inquietud lo llamaba a averiguar el significado de lo que su padre le había dicho: eso de que "la vida es una naranja" debe ser una metáfora ! pensaba. Movido por la curiosidad y la ansiedad por saber el significado que le daría la clave del éxito el niño se volvió muy estudioso y tanto aprendió que avanzó mucho más que sus pares, lo cual le llevó a triunfar en la vida muy rápido.
Al paso del tiempo el niño se había convertido en un hombre muy adinerado, que viajó por el mundo siempre buscando lo mismo: el significado de "la vida es una naranja", pues eso que le había dicho su padre cuando era pequeño se había convertido en una meta de vida, un principio y un ideal que debía tener un significado, todo por obtener la clave del éxito.
Un día el padre estaba muy enfermo, agonizante, y luego de ser contactado, su hijo viajó inmediatamente a verlo, y estuvo con él hasta el final. En el lecho de muerte, el padre le dice: hijo ¿ quieres preguntarme algo ? ¡ cualquier cosa, te la responderé con mi último aliento ! y lo primero que le vino a la mente al hijo fue preguntarle a su padre qué era eso que le había dicho cuando pequeño, y que él había buscado tanto su significado, que recorrió el mundo sin encontrarlo, que no aparecía en ningún libro, eso de "la vida es una naranja". Cuando le hace la pregunta al padre, éste en su lecho de muerte y con poco aire le dice: ¡ Hijo, no tengo idea de lo que me hablas, yo solo quería que fueras feliz !
Moraleja: La naranja representa lo que no podemos entender o comprender en el tiempo en que lo deseamos. La clave del éxito no la hallaremos preguntando, ni estudiando, ni con todo el dinero del mundo, sólo la encontraremos cuando sepamos ver nuestra propia felicidad siguiendo el ejemplo de quienes fueron una vez felices antes que nosotros como nuestros padres lo fueron y lo demostraron teniendo hijos. No debemos ser esclavos de nuestros propios logros ni perseguir metas imposibles, porque "la vida es una naranja"
Jean Machuca (enero de 2003)